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martes, 28 de junio de 2011

¿Qué hago con mi dinero?

Recibimos ingresos a lo largo del año y en ocasiones tenemos beneficios, cuando los gastos son inferiores a los ingresos. El ahorro es el consumo no realizado y es necesario para la inversión. Actualmente hay grandes posibilidades para canalizar el exceso de liquidez:

  • Algunas personas optan por dejarlo en su cuenta bancaria incluso cuando el banco no les ofrece interés alguno, a efectos prácticos es como guardar dinero bajo el colchón o en una caja de zapatos; tiene riesgo ya que la casa se puede quemar y ademas se devalúa por la inflación.

  • Contratar depósitos es una mejor opción ya que la entidad de crédito (banco, caja o cooperativa) recompensa por disponer de tu dinero. En ocasiones ocurre lo mismo que en el caso anterior cuando la tasa de inflación es superior al tipo de interés ofrecido.
  • Comprar títulos de empresas. Ser propietario de una empresa conlleva aceptar los riesgos de la misma. En estos momentos los dueños de las inmobiliarias se están tirando de los pelos pensando que van a hacer para vender mientras las redes sociales siguen creciendo cada día, facebook consiguió sus primeros 100 millones de usuarios en solo 9 meses. Bonnie Brown, tras un divorcio complicado, empezó a trabajar como masajista para Google y parte de su salario lo recibía en forma de participaciones de la misma, ahora es millonaria. Cabe destacar que existe una fuerte regulación por instituciones publicas (por ejemplo la comisión nacional del mercado de valores (CNMV)) que vigilan el buen funcionamiento de este tipo de tracciones.
  • Convertirnos en prestamistas comprando deuda. Los mercados financieros son el punto de encuentro entre personas que ofertan y demandan dinero. Los individuos y las organizaciones tienen gastos y en ocasiones no disponen de liquidez para abonarlos, incluso los Estados tienen facturas que pagar. Las “obligaciones” son las deudas de las empresas y en caso de quiebra los obligacionistas cobran antes que los accionistas.
  • La obtención de beneficios basada en las fluctuaciones de los precios se conoce como especulación. Se puede llevar a cabo comerciando con un activo del tipo que sea como materias primas, mercaderias, divisas, acciones, etc. Ejemplos de especuladores son el campesino que almacena trigo a la espera del incremento de los precios, el comprador de casas o de piezas de arte que luego las vende y una larga lista de comerciantes de bienes. Se observa fácilmente que no añaden valor, los brokers o dealers que ponen en contacto personas para que se produzca un intercambio cobran una comisión por su trabajo, los fabricantes cobran una comisión por llevar a cabo el proceso de producción. Por otro lado existen los conocidos derivados financieros que son productos financieros cuyo precio depende o se deriva del precio de otro activo al que se denomina subyacente. Entre los productos derivados más representativos y con mayor recorrido histórico se encuentran los futuros, las opciones y los warrants. Los derivados surgieron para combatir los riesgos y sirven como cobertura ante oscilaciones de precios o tipos de interés.

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